martes, 28 de abril de 2020

Diferenciemos mitos y realidades del COVID-19

Uno de los problemas principales que pueden generar un grave estado de desinformación sobre la pandemia es la difusión de mitos que en realidad, lejos de ayudar a combatir la enfermedad o prevenirla, tienen un efecto negativo sobre la población. Para desmitificar, empecemos por ser muy claros con la realidad, sustentada en los estudios científicos disponibles hasta el momento:
Respecto a la prueba para detectar la positividad de un caso sospechoso a COVID-19, la única avalada es la prueba tipo PCR (Reacción en cadena por la polimerasa), por lo que las denominadas pruebas rápidas no son instrumentos fiables de diagnóstico.
Respecto a algunos posibles remedios o prácticas de prevención caseras, como el uso de ajo o de soluciones salinas, es importante dejar muy claro que estos no son efectivos contra el nuevo coronavirus, ni siquiera como medida de prevención.
También debemos estar plenamente conscientes que el virus sobrevive a cualquier clima, tanto frío como cálido, y en toda condición es contagioso.
Y, hasta ahora, no hay evidencia científica de que el virus pueda sernos transmitido a través de animales, ni a través de animales de compañía, como perros y gatos, ni a través de picaduras de mosquitos, por ejemplo.
Document - Colombia: Mitos sobre el COVID-19 - OPS/OMS
Imagen obtenida de: UNHCR

Así que, recuerda:
Aún no hay vacuna contra el COVID-19, por lo que prevenir es tu mejor opción.
La única acción efectiva para prevenir la enfermedad es el constante lavado de manos con agua y jabón o en su ausencia, con alcohol-gel de concentración mínima del 60%. Y desde luego, quédate en casa.

Fuentes:

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